En el año de 1936 la comunidad de Uchuraccay ubicada en las alturas de la provincia de Huanta (Ayacucho) fue cede de uno de los acontecimientos mas violentos y crueles de nuestro país, lo cual fue provocado principalmente por el miedo y la ignorancia de dicha comunidad y que dejo como saldo 8 periodistas muertos.
ANTECEDENTES:
Según el informe de la CVR , en el año de 1981 los forasteros empezaron a llegar a esta comunidad con el pretexto de buscar empleo o como negociantes, entre ellos destacaba uno conocido como “Martín” el cual empezó a visitar la comunidad de forma seguida y además a ganarse a algunas familias mediante regalos y incluso siendo padrino de sus hijos. Este tipo conversaba a los pobladores sobre salir de la pobreza, entre otras cosas, y de esta manera convenció a muchos de unirse a la “guerra popular”.
Para el año de 1982 el PCP sendero luminoso tenia el apoyo de una buena parte de los pobladores y habían formado bases de apoyo en Uchuraccay, esto les favorecía a los integrantes de dicho grupo básicamente por la zona geografía que ofrecía pues era intermedia entre los valles y ceja de selva ayacuchana, Luego de establecerse retomaron los ataques al puesto policial de Tambo el 15 de mayo de 1982 logrando de esta manera dejar sin ningún tipo de control de las fuerzas armadas durante casi todo el año esta zona lo que significo la victoria de este grupo terrorista en las provincias del norte de Ayacucho.
a pesar del gran poder que tenían no lograron tener el poder del todo pues las autoridades comunales aun ejercían su mando, esta situación de doble poder ocasionaba roses entre ambos bandos, asta que las tenciones se vieron en evidencia luego de que los miembros de PCP SL aumentaran sus presiones para que los pobladores, y sobre todo los jóvenes, se unieran a su lucha, además de tratar de adoctrinar a las mujeres mediante la formación de escuela de mujeres.
Es así como al mando de Alejandro Huaman Leandro, presidente de la comunidad capturan a “martin” y otros cinco jóvenes a los cuales iban a ejecutar pero luego les perdonarían la vida con la condición de que no regresarían, luego de esto y tras varias protestas pacificas de los pobladores a inicios de diciembre Alejandro Huaman es asesinado, los miembros de sendero luminoso habían tomado venganza, estas acciones cambiaron la imagen que tenían los pobladores de el PCP SL.
Bajo el mando de sus autoridades tradicionales, los pobladores de Uchuraccay inician los que seria la primera rebelión multicomunal en contra del PCP sendero luminoso, empezando así las bajas para esta organización en las zonas de Huanta, Huaychao y Macabamba, con lo que se reflejaba que tan consternada estaba la población con la muerte de Alejandro Huaman.
Luego de esto las fuerzas armadas específicamente la marina apoyan la lucha en estas zonas y se retomo el control de ellas pero declarada zona de emergencia, asi los pobladores vivían con el miedo de la venganza de sendero.
LOS TRÁGICOS HECHOS DEL 26 DE ENERO:
Tomado el control de Uchuraccay los sinchis (división de las fuerzas armadas) incitaban a los pobladores no solo a matar a todo forastero que pasaba por la zona, sino a utilizar la mayor crueldad para que los simpatizantes de esta organización se sientan atemorizados, es así como antes del día de los hechos, hubieron diferentes matanzas en diferentes zonas, el 21 de enero se ejecuto 7 supuestos terroristas en Huaychao. De igual manera el 22 de enero se ejecuta a 5 supuestos terroristas. El mismo día se ejecutaron a otras personas en Huaychao y Uchuraccay. Y por la tarde dos estudiantes salvan de morir tras la llagada de un helicóptero de las Fuerza Aérea en total se registraron un aproximado de 25 ejecuciones.
Ese mismo día ocho periodistas de Lima y Ayacucho salen de Huamantanga rumbo a Huaychao, para investigar las ejecuciones realizadas en dicho lugar y siguen la ruta Uchuraccay a Huaychao. Estos son Jorge Sedano (la republica), Eduardo de la Piniella , Pedro Sánchez y Félix Gavilán (El diario de Marka), Willy Reto y Jorge Mendívil(EL Observador), Amador García (Oiga) además de dos guías.
En Uchuraccay son detenidos y llevados a un sitio llamado Huachwacsa. Allí los sujetaron contra el suelo y les dieron muerte con golpes en la cabeza y fueron rematados con un golpe de hacha en la nuca. Luego de esto son enterrados en grupos de dos en sepulturas ubicadas en los límites de la comunidad.
Uno de los guías intenta escapar pero es atrapado y llevado a Yuracyaco. Donde pasa la noche, al día siguiente es llevado junto con otros 13 supuestos terroristas rumbo a Huaychao y son ejecutados en el camino, ese mismo día la madre y hermana del guía llagan a Uchuraccay para preguntar por su paradero y son retenidas por los comuneros, luego son liberadas con la condición de no decir nada de lo que habían visto.
El 28 de enero las fuerzas armadas son informados de la muerte de ocho “terroristas”, estos al revisas los cuerpos se dan con la sorpresa de que son los periodistas, el 30 de enero el general Clemente Noel informo sobre la muerte de los periodistas, sostuvo que los periodistas ingresaron a la comunidad entonando cánticos contra el gobierno y portando una bandera roja; ante ello, los comuneros confundidos, y creyendo que las cámaras fotográficas eran armas de fuego, los habrían atacado.
En los meses siguientes y por el escándalo de este echo, grupos entre 80 y 100 comuneros de Uchuraccay, armados con piedras y palos, atacaron las comunidades de tierras bajas, acusándolas de colaborar con sendero.
El presidente en ese entonces Fernando Belaunde crea una comisión integradora conformada por Mario Vargas Losa, el jurista Abraham Guzman Figueroa y Mario Castro Arenas, en ese entonces decano del colegio de periodistas.
El informe que entregan es cuestionado pues se caracteriza a los campesinos como salvajes y primitivos, además de exculpar de toda responsabilidad a las Fuerzas Armadas y policiales, esto se viene abajo luego del descubrimiento de los rollos de las fotografías tomadas por Willy Rento, donde se muestra que los periodistas son recibidos en forma tranquila por los miembros de la comunidad.
Como parte del esfuerzo que el general Clemente Noel desplegó para obstruir la justicia, se le asigno el caso a un juez de una jurisdicción diferente a la que correspondía por ley, y se restringió severamente su labor. Al final logro su aparente objetivo: ningún militar fue encausado ni llevado a juicio; en cambio, se sentencio a cuatro campesinos por la masacre de Uchuraccay.
http://books.google.com.pe/books?id=l3mzI-JAdbMC&pg=PA104&dq=uchuraccay&hl=es&ei=_LmoTOGXCoP98Abr37nmDA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4&ved=0CDAQ6AEwAw#v=onepage&q&f=true
http://www.cverdad.org.pe/ifinal/index.php
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